Una atractiva mujer era utilizada como señuelo para robar carros en el norte de Guayaquil. Su modus operandi apuntaba a contratar taxistas informales.
La joven de muy buena presencia era la encargada de contratar los taxis y llevarlos a lugares desolados. Cuando la mujer llegaba con el conductor al lugar acordado con sus cómplices, hacía una llamada, supuestamente a su mamá.
Ángel Zapata, jefe de la Policía en el Distrito Nueva Prosperina, dio a conocer que como una especie de señal ella decía: ”ya estoy aquí”. En ese momento, una mototaxi abordaba al conductor.
La última víctima fue un taxista informal que la recogió en la Juan Tanca Marengo, a la altura de la Coca Cola. “En la entrada de la ciudadela Rotario, allí se iba a bajar (refiriéndose a la joven) y llegaron por atrás...”, señala el conductor afectado. Asegura que acto seguido le cayeron puñete y le sacaron un cuchillo y pistola.
El Jefe de la Policía en el Distrito Nueva Prosperina agrega que luego de amenazarle e intimidarle con un arma de fuego, lo maniatan y lo colocan en la cajuela del vehículo.
La agrupación estaría conformada por ocho personas, de los cuales tres están detenidos. Solo robaban una marca de carros, ya que eso les facilitaba saber dónde estaba el dispositivo satelital.
Según la Policía, esta banda por solo interceptar el carro cobraba mil dólares. Otra parte de la agrupación se encargaba de vender los automotores por partes.
Ángel Zapata manifiesta que la Policía tiene un registro de siete vehículos que han sido, desde enero hasta la fecha, sustraídos con esta modalidad.